Nos apasiona lo que hacemos y lo demostramos. Con más de 5 años de existencia, el albergue se inauguró en 2014, con nuevas instalaciones, que generalmente se revitalizan para la mejor experiencia de nuestro cliente. La propietaria, Dilcéa Lopes, luchó durante muchos años por la construcción del hotel, que no podía tener otro nombre que "La Proeza". Y así, ella mantiene el rigor y la dedicación para que nuestros clientes se sientan en un ambiente acogedor, extremadamente familiar y con la mejor integración con la naturaleza. Nuestros empleados, todos los lugareños, luchan día tras día para brindar un servicio especial con compromiso y simpatía.
Cada cliente es único. Es por eso que personalizamos cada uno de nuestros servicios y queremos que nuestros huéspedes se sientan como en casa, ya sean nacionales o extranjeros, como nuestros más leales viajeros argentinos, chilenos, uruguayos y europeos. Siempre nos esforzamos por cumplir exactamente sus expectativas.